¿Por qué prevenir en las organizaciones?
Buscar un ambiente de trabajo sano, que contribuya al alto desempeño de todos los empleados, libre de riesgos para la salud, el medio ambiente y los equipos, minimizando los errores humanos en el trabajo, es objetivo primordial de una adecuada política sobre el alcohol y otras drogas en el ámbito laboral.
Numerosos estudios confirman que el consumo de alcohol y otras drogas, aunque se realice fuera del espacio de trabajo, trae consigo múltiples repercusiones y perjuicios. Un empleado que consume drogas regularmente o toma alcohol es 3,6 veces más propenso a verse involucrado en un accidente de trabajo, tres veces más propenso a dejar el trabajo por enfermedad, cinco veces más propenso a pedir algún tipo de compensación o indemnización, tiene una probabilidad diez veces mayor de llegar tarde al desarrollo de sus labores y puede ser un 33% menos productivo.
Anexo a esto, según el estudio Nacional de Consumo en Hogares realizado en el año 2013 se estima que 2,1 millones de colombianos fumaron marihuana en el trabajo, 1,7 millones consumieron cocaína y 1,1 millones consumieron bebidas alcohólicas en el trabajo. Entre aquellos que presentan un consumo riesgoso de alcohol, la tasa de accidentalidad llega al 11%; y entre aquellos que han consumido una droga ilícita en el último año la tasa de accidentalidad fue de 14.4%.